lunes, 18 de mayo de 2009

Sobre Fetos y Bebés. Videoclips y Cine responden / 2ª Parte

El Tambor de Hojalata / Anatole Dauman / 1978

Película inclasificable, basada en la novela del premio Nóbel alemán Günter Grass, muy innovadora para la época de su estreno, donde causó mucho revuelo como polémica por sus escenas eróticas, desnudos y sexo explícito, con una perfecta dirección y cuya sola música (Maurice Jarre) transporta al espectador por una fábula de absurdos, amor compartido y desafortunado, esperanzas y mala suerte congénita, todo en medio de la segunda guerra mundial.Una noche de lluvia inacabable fue el momento en que a Oskar (David Bennent) el liliputiense se le ocurre nacer. Una trinidad lo trajo a este mundo, no la divina por cierto sino el trío conformado por su madre y otros 2 señores que la pretendían. Así, la voz de Oskar, hablando en tercera persona y en off, vaticina astrológicamente su suerte: “El sol estaba bajo el signo de Virgo. Neptuno entraba en la décima mansión celeste y Oskar nació marcado por el portento y el engaño”. Una vez parido, habla en primera persona: “Yo vi la luz de este mundo en forma de una bombilla de 60 vatios”. Luego de esto, su madre promete regalarle un tambor de hojalata cumplidos que sean los tres años; así, el pequeño obtiene consuelo: “Solo la promesa del tambor de hojalata me impidió expresar con mas fuerza el deseo de volver nuevamente a mi posición cefálica embrionaria. Por otra parte, la comadrona me había cortado el cordón umbilical, así que ya no había nada que hacer”.

Previamente, se trató el nacimiento como la primera experiencia angustiosa del ser humano, situación que explica objetivamente este deseo primario del protagonista. Sin duda, la escena en que se muestra a Oskar dentro del claustro uterino (primera en su tipo), concreta visualmente esa sensación de protección ya comentada, donde Oskar aparece guarecido en una verdadera caverna con estalactitas y estalagmitas, todas de tejido orgánico. Freud, en su libro “Interpretación de los Sueños” postula que el útero posee múltiples símbolos, además de la caverna: armarios, estufas, recipientes, habitaciones, etc. También hablamos, al tratar el drama kurtiano, del narcisismo fetal y como el nuevo ser no tiene conciencia que su entorno viviente esta constituido por un “supra-ser”, respecto del que desconoce su existencia.

Dumplings / Fruit Chan (2004)

Esta película ronda el afán humano de la imperecedera búsqueda de un elixir de la eterna juventud, caricaturizado ya en la cinta de Zemeckis “La muerte le sienta bien”. El nombre tiene origen culinario y se le da a los pedazos de masa que pueden hacerse fritos, al horno o al vapor, y rellenarse como dicte la imaginación, incluidos fetos humanos, como en la aludida. Ella -Qing Li- es una ex actriz de carrera frustrada por el matrimonio con un millonario infiel, y que comparte con su mujer la misma obsesión, pero distinto menú (fetos de ave cocidos en su mismo huevo). Su chef –Mei-, una anciana encerrada en una juvenil caparazón (muestra viviente de la efectividad de la “dieta”), y el restaurante, un cuchitril suburbano, guarida de la joven y desaliñada cocinera, cuyo ingrediente principal consigue ilegalmente, gracias a un contacto en un hospital (quizá el mismo donde trabajó cuando era ginecóloga) que tendría acceso a estos “desechos biológicos”. Mientras más desarrollados son los fetos, más poderes rejuvenecedores tienen, idea que Mei transplanta en la mente de Qing, y que trasunta en el desenlace.

Aquí, el refrán “el fin justifica los medios” pudiera haber sido perfectamente el titulo alternativo para Latinoamérica, que gravitante cruza una cinta con personajes sin moral, hijos y reflejo del seudo mundo moderno.

En China, quizá los fetos pueden ser alegóricos de una sociedad adicta a los tabúes y acostumbrada a la represión; y en el resto del mundo, de una verdad y realidad que nadie quiere ver.

Trainspotting / Danny Boyle / 1996

Para el final, lo mejor. La genialidad del escritor escocés Irvine Welsh nos sumerge en la descarnada realidad, en la miseria humana, hasta lo más profundo a que puede llegarse. Ello sumado a una dirección de lujo, con una propuesta visual radical, como la del inglés Danny Boyle (el mismo de Slumdog Millionaire, 28 días después, La playa) da como resultado un fantástico y hermoso engendro, cuyos extensos tentáculos remecieron la época sumergida entonces en una atmósfera displicente.

Sin continuar desviándome del tema principal que nos atañe, citare episodios mentales del protagonista llamado Mark Renton que mientras está recluido en su pieza y en plena desintoxicación, alucina con un bebé muerto (Dawn) que lo visita, gateando por el techo, quien tuerce su cabecita al mas puro estilo The Exorcist:

“Hay algo aquí conmigo en esta habitación está saliendo del jodido techo encima de la cama. Es un bebé. La pequeña Dawn, gateando por el techo. Llorando. Pero ahora me mira desde arriba. «Me dejaron moriiiiiir», dice. No es Dawn. No es la cría. Nah, quiero decir, esto es de puta locura. El bebé tiene afilados dientes de vampiro de los que gotea sangre. Está cubierto de una viscosidad amarillo-verdosa. Sus ojos son los ojos de todos los psicópatas con los que me he topado”.

“Salta desde el techo sobre mí. Mis dedos desgarran y rasgan la blanda carne de plastilina y la guarrada babosa pero la fea voz de pito sigue chillando y burlándose y yo me estremezco y me sacudo y me siento como si la cama se hubiese puesto de golpe en vertical y me estoy cayendo a través del puto suelo... Será esto sueño (…). Después estoy otra vez en la cama, aún sujetando al bebé, achuchándolo suavemente. La pequeña Dawn. Una puta lástima. Sólo es mi almohada. Hay sangre sobre la almohada. Quizá proceda de mi lengua; quizá la pequeña Dawn haya estado aquí. En la vida tiene que haber algo menos que esto. Más dolor, y después más sueño/dolor”.

Para los que no vieron la película o no la recuerden bien, el bebé referido por Renton es una criatura que murió de muerte súbita, hija de un par de heroinómanos “amigos”, Lesley y Sick Boy, en plena orgía alucinatoria, muerte que pasó desapercibida durante horas mientras se drogaban (aunque antes de leer el libro, la película deja en el ambiente la idea que el bebé murió de inanición u otra causa agraviada por la culpa y despreocupación de Les).

Sin duda, desvariar con un muerto nos advierte del problema psíquico atravesado por Renton. La literatura onírica lo atribuye al término de un ciclo e insatisfacción por el estado actual de las cosas, hipótesis aplicable a su estado y, en general, a la filosofía juvenil que hasta ese momento él profesaba, esto, es, sin aspiraciones en la vida y sólo “ver pasar los trenes” (trainspotting). Dicha alegoría la vemos cuando el grupo se reunía en torno a la línea del tren para beber alcohol, en la pieza de Renton donde el papel mural tiene dibujos de trenes por doquier, etc.

El solución al problema del estancamiento, búsqueda de origen inconciente en Renton, estaba en una experiencia límite, una de las cuales esta marcada por la muerte de la pequeña.

Algo debe morir para que otra nazca, ya literal o figuradamente.

lunes, 11 de mayo de 2009

Sobre Fetos y Bebés. Videoclips y Cine responden / 1ª Parte

El interés en los orígenes no tiene fronteras, alcanzado todas las facetas del ser, conformando su esencia. Dicha fascinación es una marca de agua del quehacer humano, palpable y evidente cuando se le hace alusión directa, como lo es en esta personal selección de videos musicales y películas.

Nirvana / Heart Shaped Box (caja en forma de corazón) / In Utero (1993)

Este video encabeza el análisis por su enigmática atmósfera visual y estridencia vocal y un grunge que golpea la mesa desde su cetro. Los protagonistas son un viejo, una niña, una regordeta, tres cuervos y el grupo.

El viejo, representa a un Jesús que se somete voluntariamente a su muerte en la cruz, oportunidad en que luce con una tela en su intimidad y con la gorra de santa claus, confirmando su directa alusión al cristianismo; como lo es también la escena donde el crucificado aparece coronado con una mitra (toca papal).

La espera frente a la camilla en que yace el moribundo anciano, a causa de su crucifixión, simboliza la muerte de la fe, idea que se refuerza con la cruz negra del suelo (que no esta invertida) y el luto que lleva consigo la niña.

La muerte ad portas del anciano crucificado impulsa a medidas desesperadas. La niña acude al árbol de la vida, para tomar unos de sus frutos, en este caso, un feto. En vano, se le pretende salvar la vida, mediante una transfusión, no de sangre común y corriente, sino proveniente de una capsula con un feto en su interior.

La niña ataviada del Ku Klux Klan evoca el fanatismo religioso sectario y segregador. El empleo de una niña para tal rol, pretende plasmar la hipocresía y falsa imagen de bondad e inocencia, carnada perfecta con la que se “pescan” nuevos adeptos.

La cruz aparece coronada, no con el letrero burlón “INRI” (Iesus Nazarenus, Rex Iudæórum - Jesús de Nazareth, Rey de los Judíos), sino con tres cuervos, como alegoría de una siniestra trinidad que acompaña al nazareno en su muerte y en el de la fe, de la que forman parte. Un detalle que llama la atención es el cuervo de en medio, sobre la cabeza del anciano, que permanece con sus alas extendidas, simulando la punta de un pendón romano-hitleriano.

Otro detalle, es el corazón sangrante de la pequeña que florece en su pecho y que atraviesa su capa blanca KKK, mientras Kurt canta: “Ojala pudiera comerme tu cáncer cuando te pongas negra”. La letra del tema, escrita por Cobain, representa (según el mito urbano) su tormentosa relación con Courtney Love. Otro pasaje de la canción dice: “Tírame tu soga umbilical para que pueda volver a mi origen”, frase premonitoria de su querer conciente o inconciente, drogado o no, que estaría mas acorde con la puesta en escena del video, y que me recuerda el epílogo de la alucinante (dicho despectivamente) película de Gus Van Sant “Last Days”, en donde un Kurt vestido de mujer yace en el piso, mientras otro fantasmal y desnudo, abandona el escopeteado cuerpo, para encaramarse luego en una escalera imaginaria hacia el cielo… destino que pondría en duda si fuese creyente.

Todo ambientado en una suerte de Jardín del Edén mezclado con el mundo del Mago de Oz, con una Dorothy presa del pecado de la gula, desollada, mostrando sus interiores y con alas, quizá como otro ángel caído buscando redención, cautiva en la tierra y acudiendo al igual que la niña al árbol del conocimiento surtidor de fetos.

La única parte en que letra y video se correlacionan sería la ya referida (“tírame tu soga umbilical para que pueda volver a mi origen”, junto con la imagen de los fetos-frutos) y que interpreto como una idea podrida si se opta por el suicidio. El tiempo no puede volverse atrás, pero no resulta práctico auto eliminarse para emular un retorno al útero. Pero creo que la verdadera finalidad kurtiana era la «protección», y la idea de seguridad que inspira el claustro materno… de ahí el simbolismo del feto, que recalca el nombre del álbum “In Utero”. Freud califica al feto de narcisista, por que su primera experiencia angustiosa respecto del nacimiento, no es por su separación de la madre “desconocida como objeto por el feto”, si no que por el hecho objetivo del abandono del cubil y su contacto con el mundo exterior. Por lo tanto, fue la angustia endógena lo que llevó al nostálgico Cobain al fin.

Megadeth / Train of Concequences / Youthtanasia (1994)

Del álbum “Juventanasia”, el «tren de las consecuencias» revuelve y enerva los sentidos con heavy metal potente, de principio a fin, tanto con su video como su sonido. Sumerge al protagonista en un sueño surrealista en donde desde el comienzo deja en claro que todo puede suceder en aquel particular tren, mezcla de freak show y twilight zone.

La escena en que se detiene mi análisis es aquella en que se muestra a una anciana de vestido blanco, con pantuflas y una paño rosa en su cabeza, colgando bebes en un tendedero infinito que saca desde una canastilla, como el milagro de la multiplicación de los alimentos de Jesús (Mateo 14:15-21/15:32-38), todo ello en medio de un monte verdoso y un cielo cubierto de nubes grises. La escena aparece dos veces: apenas Dave Mustaine comienza la cantinela: “Te estoy haciendo un favor mientras tomo todo tu dinero, me imagino que debería estar apenado pero ni siquiera confío en mi, hay malas noticias arrastrándose…”; y cuando finaliza el video, con la diferencia que en el epilogo la vieja esta sentada.

Llama mi atención una frase del tema: “la tela de la vida esta corrupta, cosida a través con hilo corroído”. Sin duda, plantea una percepción negativa de corte existencialista, donde no hay esperanza y todo esta sucio, la idea de que el ser humano al llegar a la adultez o con el correr de la vida, o bien que el mismo mundo, están corruptos. De ahí también se colige el nombre del álbum, que aboga por la muerte del individuo al llegar a su adolescencia. Empero, la purgación aparece retratada en el mismo video… son los bebes recién lavados y colgados (o bien adultos que, lavados, vuelven al origen) la materialización del anhelo por una mejor vida.

La simbología onírica atribuye el soñar con bebés un sentido netamente provechoso, una nueva vida, proyecto, amor… es decir, anuncia un naciente y positivo suceso vivencial. Lo anterior no hace sino confirmar la relación pesimismo/optimismo entre letra/videoclip… ello porque si en la realidad parece que la cosas no tienen solución, el soñar con bebés augura nuevos bríos y vientos de cambio, manifestación de la potencia del alma o voluntad.

Massive Attack / Teardrop (lágrima)/ Mezzanine (1998)

La letra habla sobre una desilusión amorosa, donde destacan frases como: “amor es un verbo (…) solo una palabra (…) lágrima desperdiciada en el fuego de la confesión (…) flor negra florece (…) agua es mi ojo, el espejo más fiel (…) tropiezas en la oscuridad”, pero sin relación con la propuesta visual.

No obstante, sonido e imagen se funcionan perfectamente y permite al oyente emprender un viaje metafísico hasta los orígenes del ser humano, donde ambos elementos acoplados son uno y ya no hay distinciones.El video muestra un feto con avanzado desarrollo mientras retoza placidamente en su amniótico ambiente, comenzando de a poco a vocalizar la letra, hasta hacerla suya por entero.

Un fragmento del video muestra al feto reaccionando ante luz intensa exterior, que lo perturba (“tropiezas en la oscuridad” -bis-). Ello posiblemente signifique solo la interacción primaria que todo ser sufre a nivel embrionario ante estímulos externos, despertando su instinto de supervivencia (la intensa luz le hace taparse los ojos). Por otro lado, perfectamente podrían tratarse de sucesos de la madre, preocupaciones o angustia que repercuten en el nonato. Es allí donde, con bastante imaginación, podríamos relacionar letra/video. Entonces puede suponerse que es la madre quien sufre una traición del padre de la criatura, y ello revelaría, en parte, la vinculación entre ambos elementos; como también entre madre e hijo, que en la medida que canta poco a poco, encarna fácticamente que los problemas que afectan a su madre, la criatura los hace suyos, demostrando por qué, sicológicamente, es más fuerte relación madre e hijo que con el padre, suerte de inclinación natural y biológica. En este sentido, Freud declara: “La vida intrauterina y la primera infancia constituyen una continuidad menos interrumpida de lo que el parto nos hace suponer. La relación objetal psíquica con su madre sustituye para el niño la situación fetal biológica” «Inhibición, Síntoma y Angustia». Así, constituyen resabios de esa etapa, la posición fetal que se adopta al dormir: “Diríase que aún en el estado adulto no pertenecemos al mundo sino en dos terceras partes de nuestra individualidad, y que en otra tercera parte es como si todavía no hubiéramos nacido” «Lecciones Introductorias al Psicoanálisis».

viernes, 1 de mayo de 2009

De la Joya de Medina, el Armagedon y otras anécdotas

Esta vez deseo referirme a un libro que sin leerlo aun, me mata la curiosidad, dada la polémica suscitada en torno al tema de que trata precisamente. Se llama “La Joya de Medina”, escrito por Sherry Jones, una estadounidense quien se interesó en el Islam, como ella misma confesó, después del atentado a las torres gemelas (11-S). El texto habla respecto de la vida de la tercera cónyuge del profeta Mahoma, Aisha (“la predilecta”), menor que él varias décadas (6-52, aproximadamente), oriunda de la localidad de Medina, hasta donde viajó el profeta junto con la incipiente comunidad musulmana de la época desde La Meca, debido a las persecuciones y amenazas de atentado contra su vida. Hija de un mercader amigo de Mahoma (Abu Bakr), esta niña-mujer habría influido sustancialmente en la vida, obra y filosofía musulmana, siendo su labor fundamental el prolongar en tradición oral el dogma islámico.
Basada en hechos históricos, se trata de historia novelada que plasma la interpretación que la escritora da respecto a como sus vidas se unieron, interrelacionaron, como se amaron y de que manera Aisha influyó en el profeta, todo en el plano ficticio (ello porque no existe tradición escrita fidedigna al respecto). Sin duda, la polémica se acrecienta y hiere susceptibilidades al momento en que la imaginación de Jones refleja de que manera ese amor se consumó (lo que me recuerda inevitablemente el affaire entre Inés de Suárez y Pedro de Valdivia plasmado en el libro de Isabel Allende “Inés del Alma Mía”)… entonces, surge la controversia. Como occidentales, podríamos afirmar que una obra de esa índole permite positivamente acercar el conocimiento del Islam a nosotros, los ignorantes e infieles (la misma Jones se autodenomina como “una constructora de puentes entre culturas); que es una manera de humanizar al Profeta, mediante una doble perspectiva, como hombre y amante; o bien, que es manifestación de la libertad de expresión.
Sin embargo, todos estos fundamentos rebasan un límite crucial del plano axiológico: la libertad y respeto a todo credo religioso. Nuestra Constitución consagra en el art. 19 Nº 4 “El respeto y protección a la vida privada y pública y a la honra de la persona y su familia”; su Nº 6, en tanto, postula “La libertad de conciencia, la manifestación de todas las creencias y el ejercicio libre de todos los cultos (…)”; para mas adelante, en el Nº 12, referirse a la Libertad de Expresión.
Por tanto, en una escala valórica, ya nuestras normas como el mismo sentido común nos advierten de la preponderancia del respeto religioso por sobre la libertad de opinión. En el caso particular del Islam, aunque no nos parezca, es obligación nuestra respetar las creencias del mundo musulmán, el que dentro de sus dogmas prescritos por su tradición, prohíbe toda representación artística del Profeta (aniconismo);ello a pesar que ni El Coran ni la Sunna –palabras atribuidas al Profeta- son rotundos y claros en ese sentido. El Coran no posee ilustración alguna, pero sí una rica caligrafía y arabescos (figuras abstractas). Por ello que en el medioevo, como una manera de no infringir la norma, se le representaba con el rostro tapado, o bien sin detallar rasgos, o se dejaba el espacio correspondiente a la cara en blanco o con una llama como aureola. Sin embargo, la prohibición referida se extiende a los seres animados en general, ello porque según la tradición, el día del juicio los seres representados reclamaran sus almas al artista, quien, viéndose imposibilitado de hacerlo, sufrirá eternamente en el infierno. Aun cuando, en un tiempo, se representó al profeta sin censura, habiendo sobrevivido hasta ahora solo unas pocas ilustraciones.
Algunos quizás pensaran que esta opinión huele a apoyo irrestricto al islamismo y que resulta del todo exagerado. No obstante, no debemos olvidar la censura que la Iglesia Católica hace de todos aquellos textos que, según sus máximas autoridades, pugnan con sus principios, instituciones fundamentales y su tradición (aquello en que siempre han creído quienes han dirigido dicha institución), como aquellos en los que se afirma que existió una relación mas que cercana entre Jesús y Maria Magdalena (Evangelio de Felipe: “Habían tres marías que caminaban continuamente con el amo: la madre de él, la hermana de él, y la magdalena -ella quien se llama su pareja. Pues maría es su hermana y su madre y su pareja”, “Y la pareja del cristo es maría magdalena. El amo amaba a maría más que a todos los demás discípulos, y la besaba a menudo en la boca”), de la que incluso hubo descendencia. Y no faltan los sectarios católicos que los califican como “textos diabólicos”, prohibiéndose su lectura a los miembros de su sequito, so pretexto de contaminar las mentes. Por ende, los occidentales no podemos dar cátedra de libertad de expresión atendida la censura medieval a que nos tiene acostumbrada Roma y sus sectarios oligárquico-fundamentalistas. Además, no podemos atacar una creencia, menos si no la conocemos y si tenemos tejado de vidrio. Menos podemos hablar de mojigatería radical, ni de censura por miedo, o de intolerancia religioso fundamentalista, o de atentado al pensamiento, todas ellas ideas que confunden y tergiversan un problema que se resume netamente a un conflicto valórico, como se dijo.
Así, la libertad de expresión no es un concepto extremista. La libertad, como todo principio y derecho, tiene un limite… termina donde empieza la del resto.
Tampoco debemos olvidar otros eventos en que se ha invadido la religiosidad musulmana, como las caricaturas de Mahoma (Kurt Westergaard) que se hicieron en el periódico danés Jyllands-Posten el 30/09/2.005 (publicadas posteriormente en Noruega, Francia y Alemania), en una de las cuales se le grafica con un turbante-bomba, lo que desembocó en un cuasi conflicto internacional de graves proporciones, que se tradujo en varios muertos y embajadas europeas incendiadas (sufriendo daños colaterales la chilena ubicada en Damasco); el libro del británico de origen indio, Salman Rushdie “Los Versos Satánicos”, texto de realismo mágico que trata en uno de sus capítulos sobre el origen del Islam, lo que le significo en 1.989 la pena capital, por el pecado de apostasía (abandono de la fe islámica), mediante fatwa (sentencia emanada de un mufti o erudito en la sharia o ley islámica) pronunciada por el Ayatolláh e Imán chiíta Jomeini, a la sazón, líder político-espiritual iraní, quien mas tarde le pondría precio a su cabeza (3 millones de dólares americanos, suma que luego se dobló), desencadenándose posteriormente una ola masivas protestas, censura del libro en los países islámicos, muertes de personas ligadas de una u otra manera al libro, la quema del libro de Rushdie frente embajadas británicas de medio oriente, etc.
Como también hay casos diametralmente opuestos, en que se aborda el origen histórico de la religión de manera respetuosa, cuidando la forma, el contenido y consultando a eruditos islámicos sobre posibles atentados a la susceptibilidad musulmana, como el caso de la película “El Mensaje”, (con Anthony Quinn en el papel del tío de Mahoma, Hamza Ibn 'Abd al-Muttalib) en que Mahoma no es representado de ningún modo, ni siquiera su voz. Por ende, sus palabras son repetidas por otros personajes de la historia y su presencia reemplazada por música, artilugios que recuerdan a los utilizados por los artistas medievales, principalmente iraníes, para representar al Profeta. Sin embargo, la grabación tuvo problemas desde sus inicios, ya que Hollywood (principalmente semita todavía) se opuso a financiar una película de esta naturaleza, por lo que su director musulmán, Moustapha Akkad, debió acudir al presidente de Libia, Muammar al-Gaddafi, para recaudar los fondos necesarios para dicho propósito, proyecto que vio la luz en 1.977.
A pesar de todo lo dicho, no puedo sino al menos criticar la forma en un reducido grupo musulmán manifiesta su rabia. La agresión física, las amenazas y toda forma de terrorismo importan atentado a un derecho natural básico del ser humano, su vida. Por tanto, la agresión artística que sufre el Islam de parte de occidente no puede responderse con violencia radical materializada. Tampoco creo en la Ley del Talión. El descontento tiene múltiples maneras de manifestación, más inteligentes y efectivas que la fuerza.
De ahí que son repudiables acciones como el ataque a las torres gemelas; el asesinato del cineasta holandés Theo Van Gogh (biznieto del hermano del famoso pintor autodesorejado), quien fue baleado, apuñalado y degollado por un islámico radical de la misma nacionalidad, tras la difusión en televisión del cortometraje “Sumisión”, que retrata la violencia contra las mujeres, donde aparecen golpeadas y su cuerpo caligrafiado con textos denigrantes del Coran; las fatwas contra Salman Rushdie (quien 10 años después de la publicación de su libro fingió abrazar el Islam para morigerar el odio hacia su persona) y Magdi Cristiano Allam, periodista árabe del Corriere Della Sera, converso al catolicismo; la idea de la OCI (organización de países islámicos) de crear una alianza militar para responder agresiones contra el Islam; el ataque incendiario que sufrió en Londres la casa del dueño de la editorial “Random House Mondadori”, que previamente se había desistido de publicar el libro de Jones (lo mismo que la editorial Servia “Beobooks”; a diferencia de otras que si se atrevieron, como Gibson Square (Gran Bretaña), Ediciones B (España), Pendo (Alemania), Beaufort (EEUU), entre otras).
Pero tampoco son responsables los ataques gratuitos al Islam, como las declaraciones del mismo Magdi donde afirma que “la raíz del mal está inscrita en un Islam que es fisiológicamente violento e históricamente conflictivo”; otras donde se califica a Mahoma de “pedófilo poseído por el demonio” (Jerry Vines, religioso bautista estadounidense); las expresiones empleadas por la escritora italiana Oriana Fallaci en su libro “La rabia y el orgullo”, donde tilda a los musulmanes como “jodidos hijos de Alá”.
Algunos llaman o explican estos conflictos mediante la “teoría del choque de civilizaciones” (elaborada por Samuel Huntington en el pasquín americano Foreing Affairs), conforme la cual, los grandes hitos mundiales, en todo ámbito, son fruto del “encuentro” (leve o profundo, positivo o negativo) entre oriente y occidente. Empero, las odiosidades radicalizadas mencionadas no son unidireccionales, ni su germen masivo sino focalizado, pero que se extiende como la mala hierba, reforzando el inconciente colectivo occidental de un oriente terrorista jihadizado, destructivo e intolerante que predica con el miedo, como también el inconciente colectivo oriental de un occidente corrupto, inmoral e imperializado por el «Gran Satán», promotor y participe en conflictos bélicos solo cuando sus intereses económicos son o pueden verse perjudicados. Así como los gobiernos de occidente respaldan a EEUU (como no recordar la patética retractación de nuestro flamante ex presidente Ricardo Lagos frente a la invasión gringa a Irak) en sus cruzadas bélicas de raigambre económico, de la misma manera las masas y gobiernos musulmanes apoyan a sus líderes agitadores locales, de intereses egoístas y mezquinos.
En conclusión, hay lobos con piel de oveja y viceversa, que en rivalidad eterna arrastran al resto en su vorágine de impredictibles consecuencias. Para algunos el Apocalipsis esta a la vuelta de la esquina… para otros, exageración y naturales consecuencias de la referida teoría. En tanto, mi pensamiento está porque esto remezca de una vez por todas el letargo del resto espectador, que es un problema que fácilmente puede escaparse de control, la solución esta en nuestras manos, en la voluntad, el dialogo y la tolerancia “mutua”, en entender que las ideologías deben ser interrelacionales, supeditadas al ser humano y no al revés, para servir al bien común, y no (como las monarquías) para servirse del resto.
Y agárrense del asiento, porque la Jones tiene preparada la secuela…